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REV ARGENT COLOPROCT | 2024 | VOL. 35, N° 2: 24-27 REPORTE DE CASO
nifestaciones clínicas muy variadas, dependiendo de su eta-
pa evolutiva, entre las que se encuentran lesiones ulceradas
cutáneo-mucosas, rash cutáneo, adenomegalias y afectación
neurológica
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.
Tras el contagio por contacto sexual anal, la infección puede
transcurrir de forma asintomática, o bien, presentar mani-
festaciones clínicas 2-10 semanas después. Particularmente a
nivel del ano y recto pueden ser úlceras (chancro silítico),
rectitis o masas que simulan ser tumores
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. A partir de aquí,
las lesiones pueden curar incluso sin tratamiento después de
varias semanas, dando lugar entonces a la segunda etapa o sí-
lis secundaria, caracterizada por rash palmo-plantar, ebre,
masas rectales y/o condilomas anales planos, siendo estos úl-
timos extremadamente contagiosos. Nuevamente, estas ma-
nifestaciones pueden desaparecer sin tratamiento especíco
luego de 3-12 semanas. De ahí en adelante, la mayoría de los
pacientes evolucionará a una forma de la enfermedad deno-
minada sílis “latente”
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, únicamente detectable por pruebas
de laboratorio y solo un 10-15% presentará manifestaciones
tardías hasta 20-30 años después, sobre todo neurológicas,
que constituyen la sílis terciaria.
La presentación clínica en nuestro paciente es la forma seu-
dotumoral. Algunos elementos del estudio endoscópico y
la RMN permiten diferenciar esta entidad de una neoplasia
rectal: el intenso componente inamatorio de la mucosa, la
distensibilidad parietal con la insuación, el engrosamiento
regular y la ausencia de hiperintensidad en las imágenes en
difusión (DWI: diusion weighted images), siendo la última
un elemento típico de los adenocarcinomas y carcinomas
mucinosos
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. Aun así, pueden persistir las dudas diagnósticas,
sobre todo con el linfoma rectal, por lo que la biopsia juega
un papel fundamental.
El diagnóstico serológico se basa en la combinación de una
prueba denominada no treponémica y otra treponémica. La
prueba no treponémica habitualmente realizada es el VDRL
(laboratorio de investigación de enfermedades venéreas, por
sus siglas en inglés), que fue negativo en nuestro paciente.
Esto no es infrecuente, sobre todo en casos de sílis primaria.
De la misma forma, también existen resultados falsos posi-
tivos, particularmente cuando existe coinfección por VIH –
descartado en el paciente– o durante el embarazo
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.
Dentro de las pruebas no treponémicas hay muchas disponi-
bles (como los anticuerpos de treponema uorescente absor-
bidos), pero no siempre se utilizan, dado que existen otros
métodos de diagnóstico directo.
En el presente caso, el diagnóstico fue realizado mediante
prueba inmunohistoquímica con inmunosuero a partir de la
biopsia mucosa endoscópica, evidenciando las espiroquetas
mediante un cromógeno.
El tratamiento consiste en la administración de penicilina
benzatínica intramuscular a una dosis de 2,4 millones de
UI, una vez por semana durante 3 semanas consecutivas
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.
La respuesta se evalúa clínicamente y mediante serología en
aquellos casos en los que la misma fue positiva inicialmente.
En este caso, se realizó también un control clínico y endos-
cópico, que mostró la resolución completa de la lesión rectal.
De igual importancia es el rastreo y estudio de los posibles
contactos para detectar precozmente la infección y proceder
a su tratamiento, a efectos de evitar nuevos contagios y la
progresión de la sílis a etapas tardías con la consecuente
morbilidad que ésta conlleva.
Figura 4. Colonoscopía después del tratamiento. Remisión completa de las lesiones.
SÍFILIS RECTAL PRIMARIA: PRESENTACIÓN SEUDOTUMORAL
Javier Chinelli et al.