CAPÍTULO 6
Terapia neoadyuvante total (TNT)

Esta estrategia difundida más recientemente es tratada en un capítulo aparte dado que introduce un nuevo concepto. Este es el de agregar al clásico objetivo de reducir las recidivas locales, el beneficio de prolongar potencialmente la sobrevida, introduciendo el tratamiento sistémico entre las primeras armas terapéuticas administradas, especialmente a pacientes con alto riesgo de enfermedad a distancia.
Las primeras experiencias reportadas se inician en el Reino Unido, donde se realizaron algunos estudios con la indicación de QT neoadyuvante en forma previa a la QRT administrada en forma concurrente. Cunningham y el grupo del Royal Marsden Hospital condujeron un estudio fase II en el que asignaron a 77 pacientes de alto riesgo en base a los hallazgos de la RMAR (T3c-T4 o N2 o MCR amenazado, o ubicación a la altura o por debajo de los músculos elevadores del ano), a un tratamiento consistente en 12 semanas de CAPOX, seguido de QRT sincrónica con capecitabine, ETM a las 6 semanas y otras 12 semanas de capecitabina postoperatoria. La tasa de respuesta radiológica fue del 88 %. Además, 86 % de los pacientes tuvieron respuestas sintomáticas en un promedio de 32 días (es decir, poco más de un ciclo de CAPOX). Después de la QRT, la tasa de respuesta tumoral se incrementó a 97 %. Tres pacientes permanecieron inoperables. Se observó RPC en 16 pacientes (24 %, IC 95 %, 14 % a 36 %) y en otros 32 pacientes (48 %), solo se encontraron focos de tumor microscópico en los especímenes quirúrgicos. Ocurrieron cuatro muertes durante la terapia neoadyuvante de CAPOX como consecuencia de una embolia pulmonar, cardiopatía isquémica, muerte súbita con historia de dolor de pecho y colitis neutropénica.33 En 2010 el mismo grupo presenta una experiencia algo más amplia, en la que incluyen 105 pacientes luego de excluir a aquellos con antecedentes cardiológicos significativos. Con este criterio de inclusión, solo fue reportado un evento tromboembólico. Hubo un 20 % de RPC y en los pacientes resecados la sobrevida libre de enfermedad a 3 años fue del 74 %.37 Estos resultados son alentadores desde el punto de vista oncológico y muestran que algunos pacientes podrían beneficiarse además, porque el alivio sintomático les permite llegar en mejores condiciones clínicas a la cirugía.
Con estos antecedentes, la estrategia conocida como TNT implica el agregado de QT previa a la cirugía, asociada a un esquema de neoadyuvancia, el cual puede ser tanto QRT de curso largo como RT de curso corto.
El grupo del MSKCC realizó un estudio que veremos en detalle más adelante comparando retrospectivamente TNT con QRT de curso largo.29 Los pacientes del grupo de TNT recibieron mayores porcentajes de la dosis prescrita de QT planificada que los del grupo de QRT, y la tasa de respuesta completa fue mayor.
A partir de esta experiencia, la TNT es vista desde dos objetivos diferentes, pero ambos pueden estar presentes en el mismo caso:

En esta estrategia, la QT no se administra con un criterio ni en dosis radiosensibilizantes, sino que se indica en dosis terapéuticas para la enfermedad sistémica.
Con relación al primer objetivo, la lógica que subyace se fundamenta en que más allá de los avances en la técnica quirúrgica y la terapia neoadyuvante, si bien hubo mejoras en RL y en los resultados postoperatorios, no hubo idénticas mejoras en la sobrevida a largo plazo, ya que persiste siendo elevado el riesgo de recaída a distancia, que es del 25 % en estadios II y 40 % en estadios III. Con el esquema tradicional de QT adyuvante posterior a la neoadyuvancia y la ulterior cirugía, se calcula que, aproximadamente, solo el 50 % de los pacientes reciben la dosis completa de quimioterapia. Más aún, la realidad es que en el mejor de los casos comenzarán con quimioterapia a los 5 a 6 meses del diagnóstico y completarán el tratamiento aproximadamente al año. Y los estudios que utilizaron quimioterapia sistémica junto con la radioterapia no mostraron mejoría en tasas de respuesta patológica completa ni sobrevida libre de enfermedad pero sí aumentaron la toxicidad.
Por lo tanto, en los pacientes con cáncer rectal localmente avanzado y alto riesgo de una resección con margen positivo (tumores T4 o con MRC comprometido), o en aquellos con tumores bajos y ganglios claramente metastásicos, es cuando puede considerarse la estrategia conocida como TNT (es decir, quimioterapia basada en oxaliplatino combinada con QRT de curso largo o RT de curso corto) en lugar de solo QRT de curso largo o RT de curso corto.
Como ya se vio en el estudio del MSKCC, la TNT brinda varios beneficios. En primer lugar, se asocia con una mayor adherencia a la quimioterapia debido a la mayor tolerabilidad en el preoperatorio en comparación con el postoperatorio. Pero también lleva a una mejora en el control local y agrega además la posibilidad de considerar el TNO si se consigue una RCC, más aún si el paciente rechaza la cirugía.
En el caso de los tumores T3N0 altos sin compromiso del MRC o T1-T2 N0, aún en los de ubicación baja la indicación de TNT no es recomendable, ya que estos pacientes difícilmente requerirán QT para el manejo de su enfermedad, y exponerlos a este tratamiento implica un riesgo probablemente innecesario. También fue dicho que, si bien algunos ensayos como el OPRA y el PRODIGE 23 incluyeron pacientes de estas características, esto no debería considerarse fuera de un protocolo de investigación.41,65
Una discusión que se plantea en la actualidad es si la TNT debe utilizarse en casos en los que existe un riesgo escaso o ausente de enfermedad metastásica en los que nunca habrá indicación de quimioterapia sistémica (por ejemplo, tumores T1-3 N0 distales sin un MRC amenazado), para evitar una anastomosis baja y mejorar la probabilidad de preservación del recto (no solo del esfínter). Si bien es cierto que la TNT mejoró las tasas de preservación de órganos en un año, la quimioterapia por sí sola se asocia con un riesgo de mortalidad. En cualquier caso, los esquemas basados en oxaliplatino pueden dejar como secuela una neuropatía duradera sin haber aportado nada al control del cáncer. Este es un escenario que nadie desearía para sí o para cualquier paciente.
Finalmente, en los tumores T3 N0 pero de ubicación baja que podrían requerir una AAP (o una anastomosis coloanal), parece más razonable discutir con el paciente esta opción con el fin de buscar una RCC y preservar el esfínter y el órgano.

Variantes de la TNT
Aún hay muchas preguntas sin responder, relacionadas con la droga quimioterápica de elección (oxaliplatino, irinotecan o ambas) y su tiempo de administración (3, 4 o 6 meses).
Existen dos formas diferentes de aplicar la TNT, que dependen de la forma de secuenciar la QT en el tiempo (Figura 1):


Figura 1:
Esquemas de TNT.

En ambos casos, el objetivo es atacar la enfermedad micro-metastásica, pero también con las dos variantes se ha demostrado el beneficio para aumentar la resecabilidad y el número de RPC. Este segundo efecto podría deberse no solo a la acción de la QT, sino también, en el caso de la QT de consolidación, al mayor tiempo que transcurre desde el fin de la RT hasta la operación.
Finalmente, la TNT puede administrarse asociada a RT de curso largo o a QRT de curso corto. En los siguientes puntos evaluaremos la evidencia con todas estas variantes.

TNT + QRT de Curso largo
QT de inducción
Analizaremos aquí tres estudios que compararon TNT de inducción asociada a QRT de curso largo vs. otras alternativas de neoadyuvancia:


Figura 2:
TNT de inducción vs. QRT de curso largo.


Figura 3:
TNT de inducción vs. QRT de curso largo.


Figura 4:
TNT de inducción vs. QRT de curso largo.

En conclusión, la TNT de inducción asociada a QRT de curso largo aumenta la respuesta, favorece la adherencia a la QT y reduce la toxicidad, pero aún faltan datos definitivos acerca de sus beneficios en términos de sobrevida.

QT de consolidación
A continuación analizaremos tres estudios que compararon TNT de consolidación asociada a QRT de curso largo con alguna forma de QRT:

 


Figura 5:
TNT de consolidación vs. QRT de curso largo.

 
Figura 6: TNT de consolidación vs. QRT de curso largo.


Figura 7:
TNT de consolidación vs. QRT de curso largo.

Estos estudios parecen mostrar que la TNT de consolidación asociada a QRT de curso largo, además de los beneficios de la TNT de inducción, agrega alguna influencia para mejorar las tasas de SLE, aunque no se demuestran beneficios definitivos en términos de SG.

TNT + RT de Curso Corto
Los siguientes estudios compararon TNT asociada a RT de curso corto con los esquemas tradicionales de neoadyuvancia:


Figura 8:
TNT de consolidación vs. QRT de curso largo.


Figura 9:
TNT de consolidación con RT de curso corto vs QRT de curso largo.

A pesar de esta falta de evidencia y del riesgo de sobretratamiento que implica la TNT, las últimas guías del NCCN incluyen TNT entre las diversas opciones para pacientes con tumores T3 con MRC comprometido, T4 o N1-2, o para pacientes localmente irresecables o médicamente inoperables.

Si bien los estudios han mostrado una mayor adherencia a la QT, el beneficio en la sobrevida es aún teórico, ya que aún no se ha demostrado una diferencia a su favor en comparación a los esquemas clásicos de neoadyuvancia con RT o QRT seguidos de QT adyuvante.

Inducción vs. consolidación
Se realizaron algunos estudios que compararon la TNT de inducción vs. su variante con QT de consolidación, con el foco en la utilidad de esta estrategia con el fin de lograr la preservación del órgano:


Figura 10:
TNT de inducción vs. consolidación.


Figura 11:
TNT de inducción vs. consolidación.

De estos estudios se desprende que la QT de consolidación permite una tasa de respuesta aún mayor que la que se logra con QT de inducción, la que ya había demostrado superar en este sentido a los esquemas tradicionales de neoadyuvancia.

Conclusiones relacionadas a la TNT
Luego de evaluar toda la evidencia que surge a partir de los estudios analizados se pueden sacar algunas conclusiones: