REV ARGENT COLOPROCT | 2021
RELATO ANUAL

AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, agradezco a las autoridades de la Sociedad Argentina de Coloproctología que me han conferido el honor de abordar este Relato, acerca de un tema de indudable actualidad y máximo interés para nuestra especialidad. Sin lugar a dudas, esta designación constituye una de las mayores responsabilidades que me ha tocado asumir en mi carrera académica y también el mayor reconocimiento que un cirujano puede recibir. Pero, si algo tengo claro, es que este logro no es personal, sino que es compartido con muchas personas que me han formado, enriquecido y ayudado a lo largo de toda la vida.
Agradezco a mis padres que me formaron, que forjaron mi personalidad y me dieron el acceso a una educación que me abrió puertas. A todos mis maestros, entre los cuales recuerdo especialmente a Claudio Barredo y Jorge Covaro, quienes desde mis comienzos en el Hospital J. M. Penna me permitieron desarrollar mis proyectos y compartieron la tarea con tolerancia. A todos los médicos de planta y residentes con quienes compartí tantos años de mi práctica hospitalaria y extrahospitalaria. A Romina Bianchi, con quien hemos constituido un verdadero equipo de trabajo que resignificó mi carrera, quien me insistió para afrontar este desafío, y me apoyó incondicionalmente. Este relato también le pertenece. A los colegas con los que no compartí el trabajo, pero si intercambié ideas y me enriquecieron con su propia experiencia y sus diversos enfoques. Al sensei Yoshihiro Moriya y el equipo de cirugía colorrectal del National Cancer Center Hospital de Tokyo, quienes, en 2003, me transmitieron definitivamente el interés por el cáncer de recto. A Enrique Roca, Adriana Diéguez, Martín Eleta y todos los colegas que integramos el Co-Recto, con una mención especial al Dr. Guillermo Méndez. A todos los especialistas que han investigado y publicado con relación a este tema. A los pacientes, razón de ser de nuestra profesión. A mi familia, Marta, Dolores, Pilar y Josefina, que durante tantos años debieron soportar mis ausencias con amor y generosidad, y sin reclamos.